Masada
Masada (también escrito como Massada o Masadá, romanización del hebreo מצדה, Metzada (?·i), de מצודה, metzuda, “fortaleza”) es el nombre que recibe un conjunto de palacios y fortificaciones situado en la cumbre amesetada de una montaña aislada en la región oriental del desierto de Judea, próxima a la costa sudoccidental del Mar Muerto, y dentro de los límites del Consejo Regional de Tamar, en el Distrito Meridional de Israel.
Masada es conocida por su destacada importancia en los compases finales de la Primera Guerra Judeo-Romana (también conocida como la Gran Revuelta Judía), cuando el asedio de la fortaleza por parte de las tropas del Imperio romano condujo finalmente a sus defensores a realizar un suicidio colectivo al advertir que la derrota era inminente. En la actualidad, Masada es un destacado sitio turístico, a la vez que posee una importante carga simbólica para el nacionalismo judío, como uno de los postreros episodios de afirmación y resistencia nacional antes de la definitiva diáspora. La fortaleza de Masada y su entorno fueron declarados Parque Nacional de Israel en 1966, formando parte de la Reserva Natural del Desierto de Judea desde 1983, y del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde el año 2001.
Había escuchado tantas veces hablar de este lugar de “poder” lleno de historia que no podía permitirme habrir un “boquete” en la agenda israelí y dejarme caer por este impresionante bastión. La vista desde lo alto de la montaña es alucinante, se observa casi en su totalidad el Mar Muerto. Por encima de nuestras cabezas pasaron dos cazas del ejercito de Israel y ya en el aeropuerto, en el cual pasé una odisea, nos enteramos que habían bombardeado unas posiciones terroristas huídas a territorio egipcio. Casi estirando el brazo podía tocar las piramides, jeje…mis ganas!!! La foto que ilustra esta página es del hall del complejo turístico en el cual está ubicado el teleférico que te sube hasta lo alto de la enorme mole de piedra.